40 Lugares turísticos de Cusco: Qué visitar y mejores cosas que hacer (2025)

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Qué visitar en Cusco

Cusco es una de las paradas obligatorias al sur de los Andes, seas peruano o no. Y es que Cusco tiene tanto por ofrecer que, si no planificas bien, te puedes perder lugares increíbles sin darte cuenta. Por eso hemos preparado esta guía con qué visitar en Cusco en 2025: te contamos los 40 mejores sitios turísticos, experiencias que no salen en todos los blogs, y consejos útiles para que aproveches al máximo tu viaje. Así no solo visitas, sino que realmente conoces.

Qué visitar en Cusco: Lugares turísticos en el centro histórico de Cusco

Si estás organizando tu viaje y aún no sabes qué visitar en Cusco, lo mejor es empezar por el corazón de la ciudad: su centro histórico. Aquí es donde se mezcla la historia inca, la arquitectura colonial y la vida local en su máxima expresión. A continuación, en IATI Perú, te contamos qué lugares no pueden faltar en tu recorrido por el centro histórico.

1. Plaza de Armas

La Plaza de Armas es el punto de partida de cualquier visita a Cusco. En tiempos de los incas era el centro del mundo conocido, y hoy sigue siendo el lugar donde se concentra la vida de la ciudad. Rodeada de iglesias, portales coloniales y restaurantes, esta plaza es ideal para sentarte en una banca y simplemente observar cómo late Cusco.

Te recomendamos visitarla tanto de día como de noche. Durante el día podrás apreciar la arquitectura y sacar unas buenas fotos con la catedral de fondo. Por la noche, las luces y el ambiente la convierten en un lugar perfecto para caminar, tomar un café o probar una sopa calentita si hace frío.

Desde aquí también salen muchos tours, así que es un buen punto de encuentro. Además, si quieres tomar un free walking tour, este es el lugar perfecto para empezar a conocer qué visitar en Cusco

2. Catedral de Cusco

Frente a la Plaza de Armas está uno de los monumentos más impresionantes de la ciudad: la Catedral de Cusco. Es una mezcla única de arte colonial con elementos andinos, y está construida sobre el antiguo palacio del inca Wiracocha, como muchos edificios religiosos de la época.

Por fuera es imponente, pero por dentro te vas a sorprender más. Aquí encontrarás obras del famoso pintor cusqueño Diego Quispe Tito, y un curioso cuadro de la Última Cena donde Jesús aparece con un cuy al horno, bien local. La entrada cuesta, pero vale la pena. Además, con tu ticket puedes visitar otras iglesias importantes del centro. Si te gusta la historia o el arte, este lugar es una parada obligatoria.

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3. Qorikancha y Convento de Santo Domingo

El Qorikancha, o “Templo del Sol”, fue uno de los lugares más sagrados para los incas, cubierto en oro puro. Luego de la conquista, los españoles construyeron encima el Convento de Santo Domingo, usando parte de las bases incas originales.

Hoy puedes visitar ambos: ver los muros de piedra perfectamente encajados del Qorikancha, y también apreciar la arquitectura y arte religioso del convento. Esta combinación única lo hace uno de los sitios más interesantes del centro. Además, desde sus jardines tienes una vista panorámica muy bonita de Cusco.

4. Barrio de San Blas

Es famoso por sus calles angostas, casas coloniales y una energía más tranquila y artística. Aquí viven muchos artesanos, pintores y viajeros que se enamoraron del lugar y decidieron quedarse. No dejes de visitar la plaza de San Blas, su iglesia con púlpito tallado en una sola pieza de madera y, por supuesto, las tienditas de arte y recuerdos hechos a mano. Si te gusta el café de especialidad o la comida saludable, aquí hay varias opciones chéveres.

Y si vas de noche, el ambiente cambia: hay bares con música en vivo y terrazas con vista al centro. Perfecto para relajarte luego de un día de caminata.

5. Mercado de San Pedro

¿Quieres conocer el lado más auténtico de Cusco? Entonces tienes que ir al Mercado de San Pedro. Aquí no hay filtros de Instagram: hay olor a fruta fresca, señoras vendiendo mates y jugos naturales, y puestos con quesos, panes, y hasta ropa para llamas.

Es el mejor lugar para probar un desayuno típico cusqueño sin gastar mucho. El pan con chicharrón o un caldo de gallina al desayuno no son para todos, pero si te animas, te vas a sentir como local. También es ideal para comprar recuerdos: textiles, mates, dulces, y hasta hojas de coca (legalísimas, por si acaso). Además, el mercado está a solo 10 minutos caminando desde la Plaza de Armas. Eso sí, cuida tus cosas, porque como en todo mercado popular, siempre hay que estar atentos.

6. Calle Hatunrumiyoc y la Piedra de los 12 Ángulos

A solo unas cuadras de la plaza principal está esta calle famosa por una piedra… pero no cualquier piedra. Hablamos de la Piedra de los 12 Ángulos, un bloque de granito perfectamente tallado e incrustado en un muro inca sin ningún tipo de pegamento. Y no, no es leyenda urbana, tú mismo puedes verla (y tocarla con respeto).

Esta calle es una muestra de cómo los incas trabajaban la piedra con una precisión increíble. Además, es parte de lo que fue el Palacio de Inca Roca. Si te gusta la historia, aquí hay mucho para observar. Y sí, también es uno de los lugares más fotografiados de Cusco, así que si ves una pequeña cola, es normal.

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7. Museo de Arte Precolombino

Este museo es ideal si quieres entender mejor el arte y la cultura de las civilizaciones preincaicas e incas. El Museo de Arte Precolombino (MAP) está ubicado en una casona colonial hermosa, y su colección incluye piezas de cerámica, textiles, oro y plata que te van a dejar con la boca abierta. No es un museo grande, pero todo está bien curado y explicado, lo que lo hace perfecto para una visita de una hora. Además, tiene una tienda y cafetería bastante acogedoras para hacer una pausa.

Y si te interesa el diseño o la artesanía peruana, este museo es una joya. Aquí verás cómo el arte de nuestros ancestros sigue inspirando al Perú de hoy.

8. Acueducto Colonial de Sapantiana

Este lugar no suele aparecer en las guías clásicas, pero es una joya escondida muy cerca de San Blas. El Acueducto de Sapantiana es una construcción colonial que aún se conserva bastante bien y te transporta a otra época. Su arco y el pequeño riachuelo que lo atraviesa le dan un aire muy pintoresco.

Ideal para una caminata tranquila por la mañana o para tomar fotos distintas. Además, está rodeado de naturaleza, lo cual es un buen respiro si quieres alejarte un rato del bullicio del centro. No es un lugar turístico masivo, y eso lo hace aún más especial. Si te gustan los lugares poco conocidos y con historia, este te va a encantar.

Sitios arqueológicos y miradores cercanos a Cusco

Después de recorrer el centro histórico, toca salir un poco de la ciudad para conocer algunos de los lugares más impresionantes que están a solo minutos del centro. Si estás armando tu itinerario y aún dudas qué visitar en Cusco para entender realmente su historia, estos sitios arqueológicos y miradores te van a ayudar a conectar con la grandeza del pasado inca. Lo mejor: puedes llegar en taxi, bus o incluso caminando si te animas.

9. Sacsayhuamán

Sacsayhuamán fue una fortaleza ceremonial inca que domina la ciudad desde lo alto. Desde allí se tiene una de las vistas más completas de Cusco, así que no olvides tu cámara (o el celular cargado al 100%).

Las piedras que verás aquí no son cualquier cosa: algunas pesan más de 100 toneladas, y hasta ahora los expertos siguen debatiendo cómo hicieron los incas para moverlas. Si te interesa la ingeniería antigua, este lugar te va a dejar con la boca abierta.

10. Qenqo

A solo unos minutos de Sacsayhuamán está Qenqo, un sitio arqueológico más pequeño pero muy misterioso. Aquí los incas realizaban rituales, sacrificios y probablemente momificaciones. Su nombre significa “laberinto”, y basta entrar al recinto para entender por qué: hay pasadizos, cámaras subterráneas y altares tallados directamente en la roca.

Aunque no es tan conocido como otros sitios, tiene un ambiente especial. Ideal si te interesa la cosmovisión andina y quieres salir de los lugares más turístico

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11. Tambomachay

Conocido como el “Baño del Inca”, Tambomachay es un conjunto de canales y fuentes de agua que siguen funcionando hasta hoy. Este lugar era utilizado para rituales relacionados con el agua, uno de los elementos más sagrados en la cultura andina.

12. Puka Pukara

Muy cerca de Tambomachay está Puka Pukara, que en quechua significa “fortaleza roja”. No es porque sea roja roja, sino porque las piedras toman ese color al atardecer. Se cree que este lugar era una especie de puesto de control militar o de descanso para los viajeros del Inca.

Desde aquí también se tiene una bonita vista de los alrededores, y la arquitectura es más sencilla que otros sitios, pero no menos interesante. Es ideal para complementar tu ruta arqueológica del día.

13. Cristo Blanco y mirador de Cusco

El Cristo Blanco es una enorme escultura que se ve desde casi cualquier punto del centro de Cusco. Está ubicada en el mirador más accesible y conocido de la ciudad. Subir hasta aquí es fácil, incluso caminando desde la Plaza de Armas, y la recompensa es una vista panorámica espectacular.

El mirador es perfecto para ver el contraste entre las casas coloniales del centro y las laderas pobladas alrededor. El Cristo Blanco fue un regalo de la comunidad árabe-palestina en 1945 y es una parada rápida pero obligatoria en tu ruta por los alrededores de Cusco.

14. Bosque de eucaliptos en Sacsayhuamán

Pocos turistas saben que detrás de Sacsayhuamán hay un bosque de eucaliptos perfecto para caminar, descansar o hacer un picnic improvisado con vista a la ciudad. Es una zona muy tranquila y con bastante sombra, ideal si necesitas bajar el ritmo del viaje. Además, el aroma de los eucaliptos y el canto de los pájaros te desconectan por completo del ruido urbano.

15. La Morada de los Dioses

Este sitio, también conocido como Apukunaq Tianan, es relativamente nuevo en la ruta turística, pero está ganando mucha popularidad. Se trata de esculturas gigantes talladas directamente en la roca por el artista cusqueño Michael de Titan.

Representan a figuras de la cosmovisión andina como el puma, el cóndor y los apus. El lugar combina arte moderno con simbolismo ancestral, en un entorno natural impresionante. Está a unos 40 minutos en carro desde el centro de Cusco, pero vale la pena si quieres ver algo distinto y original. Además, es una excelente excusa para salir de lo clásico y explorar nuevos rincones del Valle Sagrado.

Valle Sagrado de los Incas: pueblos y sitios que visitar

Esta zona, ubicada entre Cusco y Machu Picchu, está llena de paisajes alucinantes, ruinas arqueológicas, pueblos tradicionales y una energía que no se siente en ningún otro lugar. Lo mejor es que muchos de estos lugares se pueden visitar en un solo día con tour o por cuenta propia. Aquí te contamos cuáles no te puedes perder. Aquí te contamos qué visitar en Cusco más allá del casco sagrado y lugares famosos.

16. Pisac

Pisac es uno de los pueblos más visitados del Valle Sagrado, y por muy buenas razones. Su mercado artesanal es uno de los más famosos del Perú, ideal para comprar textiles, cerámica, joyas y todo tipo de recuerdos hechos a mano. Pero lo mejor está en la parte alta del pueblo: su impresionante complejo arqueológico.

Las ruinas de Pisac se extienden por la ladera de una montaña, con andenes que desafían la gravedad y vistas increíbles del valle. Es uno de los mejores ejemplos de la ingeniería agrícola inca, y si te animas a subir a pie, la experiencia es aún más completa.

Qué visitar en Cusco

17. Ollantaytambo

Su fortaleza es una de las más importantes del imperio inca. Desde lo alto, se tienen vistas espectaculares del valle, y puedes ver las terrazas, templos y hasta antiguos depósitos de alimentos. Además, fue escenario de una de las pocas batallas donde los incas vencieron a los conquistadores.

Desde Ollantaytambo también sale el tren a Machu Picchu, así que muchos viajeros aprovechan para pasar la noche aquí. Si estás decidiendo qué lugares visitar en Cusco, este tiene que estar sí o sí en tu lista.

18. Chinchero

Chinchero es conocido como “el pueblo del arcoíris”, y aunque no lo veas siempre en el cielo, lo vas a sentir en su cultura, sus tejidos y su gente. Este lugar combina tradición, historia y unas vistas increíbles de los picos nevados del Valle Sagrado.

Aquí encontrarás un complejo arqueológico con andenes, muros incas y una iglesia colonial construida sobre las ruinas. Pero lo más atractivo de Chinchero es su herencia textil. Muchas familias se dedican al tejido artesanal, y puedes visitar centros donde te explican cómo tiñen la lana con productos naturales como maíz, hojas y flores.

19. Moray

Moray parece salido de otro planeta. Son círculos concéntricos excavados en la tierra que parecen un anfiteatro, pero en realidad eran un laboratorio agrícola inca. Aquí los incas experimentaban con diferentes microclimas para adaptar cultivos a distintas altitudes.

El diseño es tan preciso que aún hoy los científicos se sorprenden. Cada nivel tiene una diferencia de temperatura, lo que permitía simular distintos ecosistemas del imperio.

20. Salineras de Maras

A pocos kilómetros de Moray están las famosas Salineras de Maras, uno de los paisajes más fotogénicos del Valle Sagrado. Son más de 3,000 pozos de sal que se llenan con agua subterránea con alto contenido salino. El sol hace su trabajo y, ¡voilà!, sal rosada de los Andes.

Estas salinas han sido utilizadas desde la época preinca, y muchas familias locales siguen explotándolas de forma tradicional. Puedes caminar por los senderos y ver de cerca cómo se recolecta la sal, aunque ahora ya no está permitido caminar entre las pozas para conservarlas. Es una parada rápida pero impactante, y el contraste de colores entre el blanco de la sal, el marrón de las montañas y el cielo azul es realmente único. Además, es fácil combinar esta visita con Moray en una sola excursión.

Lugares naturales y experiencias únicas

Si pensabas que Cusco solo era ruinas y piedras, prepárate para sorprenderte. Aquí también encontrarás paisajes de otro nivel: montañas de colores, lagunas turquesa, formaciones rocosas con forma de cuernos, y hasta baños termales escondidos entre la selva. Así que si estás buscando qué visitar en Cusco para vivir experiencias realmente únicas, apunta estos lugares que parecen salidos de otro planeta (pero están a solo unas horas del centro):

21. Laguna Humantay

La Laguna Humantay es uno de los destinos más impresionantes y populares de los últimos años. Se encuentra a más de 4,200 metros de altura, y su color turquesa rodeado por montañas nevadas parece sacado de una postal.

La caminata para llegar hasta la laguna es exigente (alrededor de 1.5 horas en subida desde Soraypampa), pero la vista que te espera al final lo compensa todo. Eso sí, el mal de altura no perdona, así que anda con calma, lleva bastante agua y hojas de coca si es necesario. Este lugar se puede visitar en un full day desde Cusco. Te recomendamos ir con tour organizado para no complicarte con el transporte.

Perú

22. Montaña de 7 Colores (Vinicunca)

La Montaña de 7 Colores, también conocida como Vinicunca, es probablemente uno de los lugares más instagrameados del Perú. Y no es para menos: sus franjas naturales de colores parecen pintadas a mano, pero son resultado de minerales que han estado ahí por siglos.

La caminata es dura, especialmente por la altitud (más de 5,000 m s.n.m.), pero el paisaje te deja sin palabras. Puedes subir a pie o alquilar un caballo si no estás acostumbrado a caminar en altura. Vinicunca se puede visitar en un solo día desde Cusco, y aunque suele estar llena de turistas, sigue siendo un destino imperdible si estás viendo qué lugares visitar en Cusco fuera del circuito tradicional.

23. Montaña Palccoyo

Si quieres ver una montaña de colores sin tanta gente y con una caminata mucho más fácil, entonces tu lugar es Palccoyo. Está en la misma zona que Vinicunca, pero mucho menos masificada y con tres montañas coloridas que puedes ver sin subir tanto. El camino es más corto y amigable (unos 45 minutos caminando), y además puedes ver el bosque de piedras, una formación natural súper fotogénica. El paisaje es increíble y la experiencia es mucho más tranquila.

24. Valle Rojo

Muy cerca de Vinicunca, pero aún más sorprendente para muchos, está el Valle Rojo. Tal como su nombre lo dice, todo el paisaje es de un rojo intenso que contrasta con el cielo azul y las montañas nevadas. Parece Marte… pero con llamas. Este valle es un pequeño desvío desde la ruta de Vinicunca, y muchos tours lo incluyen como parte del recorrido. Es menos conocido, así que tendrás más espacio para disfrutarlo sin tanta gente alrededor.

25. Waqrapukara

Waqrapukara es uno de esos lugares que todavía no están en el radar de todos los turistas, y eso lo hace aún más especial. Se trata de una fortaleza inca construida sobre un acantilado, entre formaciones rocosas que parecen cuernos gigantes (de ahí su nombre: “waqra” = cuerno, “pukara” = fortaleza).

Llegar no es fácil, ya que implica varias horas de caminata (dependiendo de la ruta), pero el paisaje es tan espectacular como el destino. Es ideal para quienes buscan una experiencia más aventurera y lejos de las multitudes.

26. Aguas termales de Cocalmayo

Después de tantas caminatas, lo que uno necesita es un buen chapuzón relajante. Y no hay mejor lugar para eso que las Aguas Termales de Cocalmayo, en Santa Teresa. Estas pozas naturales están rodeadas de vegetación, con agua caliente que fluye desde el interior de la montaña.

Son perfectas para descansar antes o después de visitar Machu Picchu, ya que están cerca de la ruta alternativa del Inca Jungle o de Hidroeléctrica. Las instalaciones son sencillas pero cómodas, y el entorno es espectacular.

27. Humedal de Huasao

¿Sabías que en Cusco hay un humedal lleno de esculturas de personajes de películas como Groot o Shrek? Parece broma, pero es real. El Humedal de Huasao combina naturaleza con arte popular, y se ha convertido en una opción divertida para pasar un rato diferente.

Este humedal protege especies locales de flora y fauna, y se puede recorrer por senderos bien marcados. Es ideal para visitar con niños, ya que las esculturas gigantes captan su atención (y la de los adultos también). Está a unos 30 minutos de Cusco, y es una opción distinta si ya has visitado lo más conocido y quieres algo relajado y curioso.

28. Parque Nacional del Manu

El Parque Nacional del Manu es uno de los destinos más biodiversos del mundo. Ubicado entre Cusco y Madre de Dios, este enorme territorio protegido es hogar de miles de especies de aves, mamíferos, reptiles y plantas. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la vida silvestre.

No es un destino de paso. Para llegar se necesita al menos 3 días, ya que se accede por vía terrestre y fluvial. Pero si tienes tiempo y ganas de desconectarte completamente, la experiencia es inolvidable. Aquí puedes hacer caminatas por la selva, avistamiento de aves, visitas a collpas de guacamayos y convivencias con comunidades locales. Si estás explorando qué visitar en Cusco en plan naturaleza total, este es el nivel experto.

Qué visitar en Cusco

Fuera del circuito clásico: nuevos y poco conocidos

Si ya tachaste Machu Picchu, la Plaza de Armas y la Montaña de 7 Colores, o si simplemente prefieres los lugares tranquilos, esta lista es para ti. En Cusco hay destinos menos turísticos que sorprenden por su belleza, historia o simplemente por lo poco conocidos que son. Aquí te contamos qué visitar en Cusco cuando quieres salirte de lo típico, sin perderte lo mejor.

29. Tres Cruces de Oro (mirador del amanecer)

Ubicado en el límite entre Paucartambo y Manu, el mirador Tres Cruces de Oro es considerado uno de los mejores lugares del mundo para ver el amanecer. No estamos exagerando. Desde aquí puedes observar cómo el sol se eleva por encima de la selva amazónica, generando un efecto óptico que parece ciencia ficción.

Eso sí, hay que madrugar y estar preparado para el frío. La mejor época para visitarlo es entre mayo y julio, cuando el cielo está despejado. El mirador está a más de 3,700 metros de altura, así que abrígate bien.

30. Huchuy Qosqo

Huchuy Qosqo significa “Pequeño Cusco” y es una joya arqueológica ubicada en lo alto del Valle Sagrado, cerca de Lamay. Este sitio era un centro administrativo inca, y aunque no es tan grande como otros, lo que lo hace especial es el camino para llegar.

La ruta de trekking desde Tambomachay o Chinchero es espectacular, con paisajes andinos, comunidades campesinas y vistas del valle que te van a dejar con la boca abierta. No hay multitudes ni vendedores ambulantes, solo tú, la naturaleza y las ruinas.

31. Piquillacta

Este sitio arqueológico preincaico pertenece a la cultura Wari y es uno de los pocos lugares que te muestran lo que existía antes de los incas. Piquillacta tiene una estructura más ordenada, casi como una ciudad cuadrada, y eso es justamente lo que la hace única.

Está ubicado al sureste de Cusco, a unos 40 minutos en auto, y es parte del Valle Sur. Aunque no recibe tantos visitantes como Sacsayhuamán o Pisac, es igual de interesante si te gusta la historia. Muy cerca también está el lago Huacarpay, por si quieres aprovechar y hacer un combo de arqueología con paisaje.

Qué visitar en Cusco

32. Tipón

A Tipón muchos lo conocen como “el Machu Picchu del agua”, y con justa razón. Aquí los incas desarrollaron un sistema hidráulico tan avanzado que aún sigue funcionando. Canales, fuentes, terrazas y escaleras perfectamente diseñadas para el flujo del agua.

Es uno de los mejores ejemplos de ingeniería inca, y a la vez, uno de los sitios menos visitados por turistas. Tal vez porque queda al sur de Cusco y muchos no lo incluyen en sus tours, pero si estás organizando qué visitar en Cusco fuera de lo común, este lugar debería estar en tu ruta.

33. Q’eswachaka (puente colgante ancestral)

Este puente colgante hecho de ichu (pasto andino) se reconstruye todos los años con técnicas ancestrales. El Q’eswachaka no es solo un puente, es una tradición viva que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Cruzarlo da un poco de vértigo, no lo vamos a negar, pero es totalmente seguro y la experiencia es única. Se encuentra en la provincia de Canas, a unas 4 horas de Cusco, y el viaje vale cada minuto y es uno de los sitios imprescindibles qué visitar en Cusco.

34. Pallay Punchu

Pallay Punchu es como la Montaña de 7 Colores, pero con diseño personalizado. Su nombre significa “poncho tejido” en quechua, y desde que se viralizó en redes sociales, ha llamado la atención por su forma puntiaguda y colores naturales.

Está más lejos que Vinicunca (unas 5-6 horas desde Cusco), pero recibe mucho menos turismo, lo cual es un plus. El camino es exigente, así que no lo recomendamos si no estás acostumbrado a las caminatas en altura.

35. Inca Jungle

¿Te gustan las aventuras extremas? Entonces el Inca Jungle puede ser la mejor forma de llegar a Machu Picchu. Se trata de una ruta alternativa de 4 días que combina bici de montaña, rafting, trekking, tirolesa y caminatas por selva.

A diferencia del Camino Inca tradicional, esta ruta es más flexible, más económica y mucho más adrenalínica. Vas bajando desde las montañas hacia la selva, pasando por pueblos locales, aguas termales y paisajes cambiantes cada día.

36. 7 lagunas del Ausangate

El trekking de las 7 lagunas del Ausangate es uno de los mejores planes de naturaleza cerca de Cusco. En un solo día puedes visitar siete lagunas de colores distintos, rodeadas de montañas nevadas y paisajes andinos que parecen sacados de un sueño.

El recorrido es exigente, ya que se camina por encima de los 4,000 metros, pero si te gusta el trekking, este es un imperdible. Además, puedes visitar aguas termales al final del recorrido, lo cual ayuda a relajar las piernas.

Perú

Machu Picchu y alrededores desde Cusco

Si llegaste hasta Cusco, es muy probable que uno de tus principales objetivos sea conocer la joya del Imperio Inca: Machu Picchu. Pero no todo termina en la famosa ciudadela. Hay rutas, montañas y pueblos aledaños que complementan la experiencia y la hacen aún más completa. Si estás armando tu ruta final de qué visitar en Cusco, aquí te mostramos los puntos clave alrededor de este destino soñado.

37. Ciudadela de Machu Picchu

No necesita mucha presentación, pero igual lo decimos: Machu Picchu es uno de los lugares más impresionantes no solo de Perú, sino del mundo, por eso es uno de los lugares qué visitar en Cusco. Construida en lo alto de la montaña, esta ciudadela inca es un ejemplo perfecto de arquitectura, astronomía y conexión con la naturaleza.

Recorrerla con guía es lo mejor, porque cada rincón tiene historia: el Templo del Sol, la Roca Sagrada, los andenes… todo fue pensado con propósito. Eso sí, asegúrate de comprar tus entradas con anticipación, especialmente si vas en temporada alta (junio a agosto).

38. Huayna Picchu

Esa montaña que aparece en todas las postales detrás de Machu Picchu se llama Huayna Picchu, y sí, se puede subir. El camino es empinado y en algunos tramos da vértigo, pero la vista desde arriba es simplemente alucinante.

Eso sí, las entradas son limitadas y se agotan rápido. Solo hay ciertos horarios y debes reservar tu acceso al momento de comprar el boleto a Machu Picchu. La subida toma entre 45 minutos y 1 hora, dependiendo de tu ritmo (y tus pulmones).

39. Inti Punku y Huchuy Picchu

El Inti Punku, o Puerta del Sol, es una de las entradas originales a Machu Picchu por el Camino Inca. Desde ahí, los antiguos caminantes veían por primera vez la ciudadela, y tú también puedes revivir ese momento si haces la caminata hasta este punto. Son unos 45 minutos desde el complejo principal, pero vale la pena por las vistas.

Por otro lado, Huchuy Picchu (la “montañita”) es una alternativa para quienes quieren una caminata corta pero con buena vista. Es mucho más fácil que Huayna Picchu, y también tiene menos visitantes, lo que lo hace ideal para quienes quieren tranquilidad.

40. Aguas Calientes

Conocido oficialmente como Machu Picchu Pueblo, Aguas Calientes es el punto de entrada a la maravilla. Aquí llegan los trenes desde Cusco y Ollantaytambo, y desde aquí salen los buses que te llevan a la entrada de Machu Picchu.

Aunque muchos solo pasan la noche, este pueblo también tiene su encanto. Puedes visitar las aguas termales que le dan nombre, caminar por sus calles con vista al río, o cenar en alguno de sus muchos restaurantes.

También es el lugar ideal para descansar antes o después de tu visita a la ciudadela. Si tienes tiempo, quédate una noche más y disfruta de este sitio qué visitar en Cusco.

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Consejos para viajar a Cuba e información útil

Consejos para viajar a Cuba e información útil

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Cuba es un destino que tienes que vivir en persona. Cada año, miles de turistas se dejan llevar por su vibrante ritmo, playas impresionantes, gente buena, rica herencia cultural y exuberante naturaleza. Desde caminar por las calles empedradas de La Habana Vieja y explorar las plantaciones en Viñales hasta relajarse bajo el sol en alguna playa pintoresca de sus muchos Cayos o disfrutar del lujo ‘todo incluido’ en un resort de Varadero, las oportunidades para vivir nuevas experiencias allí son infinitas. Para que le saques el jugo a tu aventura, hemos creado esta guía de Consejos para viajar a Cuba desde Perú donde te ofrecemos los aspectos esenciales que asegurarán el éxito de tu viaje. ¡A darle con todo! Asistencia y seguro de viaje obligatorio desde Perú Un dato clave para tu viaje a Cuba es que llevar una asistencia y seguro de viaje es obligatorio para ingresar al país. 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Aunque la variedad de platos puede ser limitada, el ahorro es significativo. Un almuerzo en un local turístico puede costar al menos entre 18 y 36 soles, mientras que en un restaurante cubano podrás comer fácilmente por 3.60 soles. Si te cansas de la oferta restringida a ese precio, puedes optar por un restaurante de turistas donde encontrarás más variedad de verduras, pero el costo será mayor ya que muchas veces vienen de congeladores o importadas. Por otro lado, incluso si decides comer en los restaurantes más económicos de Cuba, asegúrate de verificar que te están cobrando el precio correcto. Muchos ofrecen dos menús diferentes: uno en pesos cubanos y otro en dólares. No dudes en solicitar ver la carta en moneda nacional, ya que el ahorro podría llegar hasta el 70%. Si tienes planeado un viaje a Cuba y te hospedarás en hoteles de “todo incluido”, no te preocupes por la comida. Estos establecimientos suelen ofrecer una amplia gama de frutas y verduras congeladas para satisfacer los gustos de todos los visitantes. Alojamiento: ¿Dónde hospedarse en Cuba? Uno de los consejos primordiales para quienes viajan a Cuba está relacionado con el hospedaje. Hasta hace poco, la única opción de alojamiento en Cuba eran los hoteles gestionados por el estado. Sin embargo, ahora tienes la alternativa de alojarte en las conocidas “Casas de renta”. Alojarse en una “Casa de renta” en Cuba implica vivir directamente con una familia cubana. Esta es una excelente manera de encontrar hospedaje cerca del centro de cualquier ciudad, a precios muy convenientes. Generalmente, estas casas ofrecen cama matrimonial, aire acondicionado, baño privado, refrigerador, y se mantienen en condiciones óptimas. Para conseguir hospedaje en Cuba en las casas de renta, no es necesario hacer reservación con antelación, ya que estas son muy comunes en las zonas turísticas. Un valioso consejo para tu estancia en Cuba es experimentar este tipo de alojamiento. Proporciona una visión más profunda de la vida local y te permite tener conversaciones enriquecedoras con los cubanos, quienes siempre tienen disposición para charlar ampliamente. Los costos de las casas de renta son usualmente negociables, y puedes obtener precios más bajos si viajas en grupo, te quedas varios días o decides no incluir el desayuno. Por supuesto, al visitar Cuba, también puedes optar por hospedarte en un hotel o resort, aunque estas opciones no difieren mucho de los establecimientos en otros países. Si tienes en mente pasar varios días en un resort, te sugerimos acudir directamente a agencias estatales como Cubanacan o Havanatur, donde encontrarás tarifas más económicas que al hacer la reservación directamente en el hotel. Una recomendación al visitar Cuba es explorar ambas opciones de hospedaje para experimentar sus dos facetas. Dedica una parte de tu estancia a alojarte en casas de familias cubanas, ¡te aseguramos que te fascinará!, y la otra parte a relajarte en un resort en lugares como Varadero para disfrutar de un merecido capricho. Transporte en Cuba ¿Cómo desplazarse? El costo del transporte en Cuba para los visitantes es exageradamente alto en comparación con el que afrontan los locales. Para moverse entre distintas ciudades, se utilizan taxis, buses y camiones. Los taxis son utilizados tanto por turistas como por locales, pero en un trayecto donde un cubano paga 1 CUP, es posible que tú debas pagar 3 CUP (aunque viajes con algún pasajero local). Los buses nacionales son exclusivos para los ciudadanos locales, mientras que los visitantes deben utilizar los autocares de la empresa Viazul. En un trayecto donde un bus local cobra 3 soles, uno de Viazul puede cobrar fácilmente 15 soles. Promocionan este transporte como rápido, limpio y puntual, pero ofrece una calidad similar a la de los buses cubanos de línea regular. En la mayoría de ocasiones, el baño o el aire acondicionado no están disponibles, por lo que no esperes comodidades. Otra alternativa dentro de los tips para viajar a Cuba son los camiones. Estos vehículos grandes están disponibles tanto para locales como para turistas y tienen un costo mucho más accesible. Son camiones amplios cuya parte trasera ha sido adaptada para llevar a varios pasajeros en un espacio algo pequeño. Cubren las principales rutas del país y a menudo salen de las mismas terminales que los buses. El inconveniente principal de usar camiones en Cuba son las frecuentes paradas para recoger y dejar personas. Estas modificaciones pueden ser bastante rústicas, consistiendo en bancos de madera donde sentarse durante horas. Así que lleva un buen libro y paciencia si te toca un viaje largo. No es la manera más cómoda de viajar largas distancias, pero te permitirá conectar más de cerca con los cubanos y participar en muchas conversaciones. Como puedes ver, los consejos sobre transporte en tu visita a Cuba te permitirán ahorrar dinero sin tener que sacrificar demasiado en cuestión de comodidad. Aspectos monetarios para peruanos en Cuba Hasta principios de 2021, en Cuba coexistían dos tipos de moneda, una dirigida al consumo local y otra enfocada en los turistas: el CUP y el CUC (creado tras una gran depreciación del CUP respecto al dólar). Esto generaba confusión entre los viajeros, y uno de los consejos más comunes era estar atentos a posibles engaños. Ahora, con el uso exclusivo del CUP, las transacciones se han simplificado bastante. Ahora que solo está vigente el CUP, ten en cuenta estas recomendaciones sobre el manejo de dinero en Cuba, considerando el uso del Sol Peruano para tus cálculos previos: • Cambia tus soles peruanos a CUP, la moneda cubana, siempre en lugares autorizados para evitar fraudes. En las CADECA (casas de cambio) te ofrecerán el tipo de cambio oficial del día. • Es posible pagar con tarjeta en zonas turísticas como complejos de lujo o restaurantes de categoría. Sin embargo, más allá de estos lugares será complicado utilizarlas. Recuerda que aplican una comisión considerable y las tarjetas emitidas por bancos estadounidenses están prohibidas. • Al recibir el vuelto, solicita que sea en billetes de denominación baja. En muchos establecimientos se rehúsan a aceptar billetes de alto valor. • No está permitido llevarse moneda cubana al salir del país. Aunque no hay controles estrictos, si detectan que tienes, será decomisada. Navegar en Internet en Cuba Visitar Cuba implica también familiarizarse con una realidad diferente respecto a Internet. Aún es algo reciente y está en desarrollo. Actualmente, solo hay un proveedor de servicios de Internet, ETECSA, con oficinas en casi todas las urbes del país. Existen alrededor de puntos públicos de Wifi disponibles, pero siempre con costo. ¿Cómo acceder a Internet en Cuba? Para conectarte necesitarás adquirir una tarjeta de Internet. Con ella obtendrás un usuario y una clave que te permitirán usar el wifi en Cuba por una hora mediante tu celular o computadora. ¿En qué lugares puedes usar Internet? Para acceder a Internet en Cuba, debes ir a los grandes hoteles o las principales plazas urbanas. Resulta sencillo localizarlas preguntando a cualquier cubano. Las identificarás fácilmente porque son los únicos espacios donde verás a numerosos cubanos utilizando su smartphone. Estas tarjetas te permiten comprar un cierto número de minutos para navegar. Por eso, un buen consejo para usar Internet en Cuba es: Conéctate, y descarga rápidamente tus correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y otras notificaciones, luego desconéctate. Escribe las respuestas que necesites enviar y vuelve a conectarte para mandarlas. Así podrás aprovechar al máximo tu tarjeta de internet prepagada. Trámite de visado para viajar a Cuba Para obtener el visado para Cuba siendo ciudadano peruano, el proceso es bastante sencillo. Debes tramitar una visa electrónica (Evisa) a través del Consulado de Cuba en Lima o mediante agencias de viajes autorizadas. ¿Qué opinas sobre estos consejos para viajar a Cuba? ¿Crees que hemos olvidado mencionar algo importante? Si tienes alguna pregunta, no dudes en dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudarte en lo que necesites. Recuerda que es necesario contar con un seguro de viaje para ingresar a Cuba. Este seguro debe incluir coberturas mínimas como asistencia médica por enfermedad y accidente, repatriación sanitaria y otros.

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Puerto Edén: El secreto mejor guardado de Chile

Puerto Edén: El secreto mejor guardado de Chile

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El nombre de Villa Puerto Edén es verdaderamente apropiado. Ubicada en la Isla Wellington, dentro del Parque Nacional Bernardo O’Higgins, este destino es uno de los 17 parques nacionales que componen la Patagonia chilena y se distingue por ser uno de los lugares más prístinos del mundo. La flora y fauna endémica que lo habita es tan impresionante como desafiante. Aquí, no hay caminos intermedios. No hay autos, tampoco carreteras. De hecho, la única manera de salir es por mar. Esta isla es indómita, con terrenos húmedos, cubiertos de musgo, y chimeneas que fuman durante todo el año. Así se manifiesta el encanto de Puerto Edén. Llegar hasta aquí es toda una aventura. Así es como se protegen los secretos de Chile. No hay otra opción. Debes navegar 27 horas desde Puerto Natales o 14 horas desde Caleta Tortel. El trayecto te llevará por fiordos helados, flanqueados por islas de aspecto perenne. Encontrarás glaciares ancestrales, canales azotados por el viento, estrechos que ofrecen vistas del océano Pacífico y el vasto Campo de Hielo Patagónico Sur, la mayor reserva de agua dulce del mundo. A pesar de la difícil travesía, vale la pena llegar a Puerto Edén y disfrutar unos días allí. Caminar por las pasarelas de madera que bordean el mar, las cuales los locales usan como calles. Descubrir por qué alguien elige una vida aislada del resto del mundo. Son experiencias únicas que solo se pueden vivir en Puerto Edén. Sin duda, Puerto Edén es quizás el secreto mejor guardado de Chile, y hoy, desde IATI, queremos compartirlo contigo. ¿Te animas a explorarlo con nosotros? Viaja a Puerto Edén desde Perú con seguridad Cuando decimos que es uno de los secretos mejor guardados de Chile, nos referimos a un lugar alejado de las rutas turísticas habituales. Así que, si normalmente es crucial contar con un seguro de viaje adecuado para Chile, en este caso no debes dudar en tenerlo. Para los peruanos, es esencial que este seguro cubra emergencias médicas, evacuación y repatriación, ya que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú recalca la importancia de estar bien asegurado al visitar lugares tan remotos como Puerto Edén, donde los servicios médicos son limitados. Cualquier golpe, caída, alimento en mal estado o enfermedad que en casa podría ser solo una molestia, aquí te llevará a acudir a centros de salud de infraestructura limitada y enfrentar altos costos médicos para visitantes. Con el IATI Básico, el seguro ideal para este lugar, tendrás acceso a los mejores especialistas sin desembolsar nada y contarás con coberturas para situaciones como robos, inconvenientes con tu equipaje o incluso repatriación si fuera necesario moverte desde Puerto Edén a recibir atención en Perú. Es imprescindible tener un seguro que cubra evacuaciones médicas, dado lo aislado de la ubicación. La cobertura para robo y daños materiales al equipaje es de USD 600. Vive la experiencia que te mereces y adquiere ya tu seguro: Los kawésqar al inicio Los kawésqar fueron los primeros en habitar el área de Puerto Edén. Estos nómadas de canoa navegaban y exploraban esas aguas con familiaridad antes que cualquier europeo. Existieron antes de los mapas, y vivían de la pesca, de recolectar frutas silvestres y de cazar focas. También se aprovechaban de las ballenas que encallaban en las costas, lo que era motivo de celebración. La existencia de los kawésqar era sencilla pero sumamente dura. Enfrentaban inviernos helados y veranos fríos y lluviosos que complicaban su vida. Se movían sin ropa, usando una especie de manto hecho con piel de foca para protegerse del frío, además de cubrirse con la grasa del mismo animal sobre su piel. De esta manera, tal como los salvajes que describió Darwin, ellos eran los soberanos indiscutibles de esa región de los mares sureños inmutables. Los monarcas del frío por más de 6000 años. Los exploradores de las estrellas. Todo cambió con la llegada de los primeros europeos, quienes vinieron con mapas y ansias de civilización. Fitz Roy, junto a Darwin, formaba parte de estas expediciones. Con ellos empezó el ocaso de los kawésqar. Se buscó imponer la civilización a cualquier precio: se promovió el sedentarismo, la conversión al catolicismo, la adaptación a la modernidad y la prohibición de su lengua materna. Además, llegaron desgracias mayores como la esclavitud, los abusos, el alcoholismo e infecciones nunca antes conocidas por estos nómadas. Así, los kawésqar, quienes antes se movían libres por los canales más remotos, acabaron asentándose en Puerto Edén. Para los años 90, apenas quedaban sesenta de los más de mil registrados en 1900. La transición al sedentarismo jugó un papel crucial en la pérdida gradual de las características y formas de vida de los kawésqar, las cuales eran fundamentales para preservar la energía vital física y cultural de esta comunidad. “La cultura kawésqar empezó a ser destruida con la llegada de mi padre. La construcción de la casa hizo que los kawésqar dejaran sus canoas y se establecieran a sus alrededores. Desde ese momento, la devastación ha sido lenta, pero constante. Prácticamente no queda nada. Solo la lengua, que no más de quince personas aún hablan, y que considero es el único legado que podemos dejar antes de desaparecer.” (Carlos Edén, 2003) Resulta llamativo que el término kawésqar se traduzca como persona. Y es que para ellos, no existía nada ni nadie más. Las comunidades no contaban con estructuras políticas formales. Disfrutaban de total libertad para moverse y actuar, siguiendo un estilo de vida sostenible que nunca agotaba los recursos, respetando los ciclos para asegurar el sustento del futuro. Se organizaban en núcleos familiares donde los ancianos y sabios aconsejaban a los jóvenes y tomaban decisiones en caso de conflictos. Kawésqar. Personas. Personas limitadas a ser el tipo de gente civilizada que los europeos consideraban que debían ser. El Edén preferido Cuando en 1937 la Armada Chilena decidió establecer una base militar en Puerto Edén, pocos habrían previsto que el lugar prosperaría como una flor en medio de un glaciar. Junto a ellos se asentaron también los iniciales pescadores y cazadores loberos con sus familias, así como muchos kawésqar que aún navegaban por las aguas cercanas. A mitad de los años 60, se sumaron numerosos pescadores chilotes en busca de un futuro económico más prometedor. Una mezcla cultural difícil de replicar en uno de los destinos más inhóspitos del mundo, transformado en el Edén escogido por todos. Para el inicio de los años 70, Puerto Edén ya albergaba más de 300 pobladores y la mejora en la economía era evidente. Así, y a pesar de una grave crisis causada por una marea roja que obligó a muchos a abandonar el Edén, para el año 2000 la localidad ya contaba con una escuela primaria, un jardín infantil, un centro de salud, registro civil, comisaría, biblioteca pública, y acceso a agua potable y electricidad, además de teléfono y estación repetidora de televisión y radio. La última esperanza: Puerto Edén en la actualidad Puerto Edén es parte de la provincia de Última Esperanza. Una sorprendente coincidencia que genera sentimientos encontrados en las menos de 100 personas que actualmente permanecen allí. Por su posición geográfica remota, los residentes de esta región han enfrentado condiciones difíciles, moldeando su carácter reservado. Esto también refleja una constante lucha contra las dificultades y una impresionante capacidad de adaptación a su entorno, donde el frío, el viento y la lluvia, con precipitaciones superiores a los 2000 mm anuales, son implacables. Patricia, quien atiende el único alojamiento operativo en Puerto Edén, comienza su día muy temprano. Prende el fuego de la cocina de leña y hornea pan. En Puerto Edén no hay tiendas convencionales. Solo existen 3 pequeñas bodegas con escasos productos de emergencia, a precios elevados, y sin horario definido; hay que tocar el timbre para ser atendido. Los habitantes consumen productos locales, como pescado y mariscos, y demás artículos los piden a Puerto Natales o Puerto Montt, recogiéndolos una vez a la semana cuando llega el barco. No hay bares en Puerto Edén, ni tampoco tiendas de prendas de vestir. En el centro médico, una enfermera está en turno permanente, y un fin de semana al mes llega un médico junto a otros especialistas. Este es el servicio de rondas médicas que Chile proporciona a sitios aislados como Puerto Edén. En caso de emergencia, la única forma de evacuar es a través de una lancha rápida del ejército, que tarda 14 horas en llegar a Puerto Natales. Por eso, es clave contar con una asistencia y seguro de viaje que incluya evacuación médica para estar bien cubierto ante cualquier imprevisto y garantizar atención médica adecuada. Así transcurre la cotidianidad en Puerto Edén. La economía se sustenta principalmente en la pesca de mariscos y peces, especialmente de centolla y cholgas, que se ahúman y son muy ricas. Entretanto, el lugar permanece desconectado del mundo exterior, con una escuela unitaria que obliga a los niños a salir de allí a los 12 años, ofreciendo escasas oportunidades de desarrollo. En ese contexto, ¿quién estaría dispuesto a vivir tan aislado? Vivir en Puerto Edén no es fácil, pero se disfruta de la calma. Es un estilo de vida que algunos no aguantarían más de unas semanas, aunque hay quienes lo abrazan desde hace más de 40 años. Como Hugo. Hugo, esposo de Patricia. Él jamás dejaría Puerto Edén, es su mundo. Allí encuentra paz y ausencia de estrés. Algunos días a la semana, él y Patricia zarpan juntos en su bote y dedican horas a cortar leña en una isla cercana. Después la parten y la alistan, porque el frío es intenso. Mantener la chimenea encendida es imperativo. Hugo también practica la pesca. Esas centollas salvajes son tan frescas como deliciosas. Y si un grupo le avisa con antelación, realiza travesías hasta el Glaciar Pío XI, el coloso más grande de Sudamérica. Hoy en día, es evidente la disminución de la población en Puerto Edén. Hay un envejecimiento notorio, jóvenes que se van y una falta de iniciativas y personas capacitadas. La escarpada costa de fiordos al sur del Golfo de Penas y el interior de la Isla Wellington, más allá de las pasarelas de madera del pueblo, no facilitan el asentamiento. Así lo describió Sarmiento de Gamboa: La masa de tierra, lo que vimos, no nos pareció bien, cerca de la mar; porque no hay migajón de terrial, sino de la demasiada humedad, hay sobre las peñas un moho tan grueso y corpulento que es bastante criar en sí y sustentar los árboles que se crían en aquellas montañas; y estos céspedes deste moho es esponjoso, que pisando sobre él se hunde pie y pierna, y algunas el hombre hasta la cintura; y hombre hubo que se hundió hasta los brazos, y por esta causa son trabajosísimas de andar estas montañas; y también por ser espesísimas, tanto que algunas veces nos era forzoso caminar por las puntas y copas de los árboles, y podíamos sustentarnos por estar los unos árboles con los otros fuertemente trabados y entretejidos, y teníamos esto por menos trabajoso que andar por el suelo, y cualquiera de estos caminos era mortal, lo cual hacíamos por excusar despeñaderos Actividades en Puerto Edén Probablemente te estés cuestionando qué se puede hacer en Puerto Edén, en ese lugar que puede ser tan paradisíaco como desafiante. Es cierto que este sitio podría provocar una sensación de encierro, ya que estar en un espacio de solo un kilómetro de longitud podría no ser el deseo de todos. Puerto Edén no solo permite entender el día a día de quienes viven ahí, sino que también ofrece un escenario ideal para diversas actividades: • Navegar hasta el Glaciar Pío XI: Puerto Edén es la villa más cercana al glaciar más grande de Sudamérica, una masa de hielo que pertenece al Campo de Hielo Sur de la Patagonia. Una actividad inolvidable que solo pueden experimentar los que pagan un lujoso (y desorbitadamente caro) crucero que sale desde Puerto Natales o los que llegan a Puerto Edén en una expedición con locales. • Recoger frutos silvestres riquísimos, como murtillas, calafate y frambuesas. • Comer centolla de alguno de los pescadores vecinos. Es difícil igualarla en calidad, precio y sabor. • Recorrer las pasarelas de madera, de un lado a otro. Día sí y día también. Es la actividad por excelencia del paseo diario. • Cocinar tu propio pan en la cocina de leña y aprender a hacer otras recetas para quitar el frío, como las famosas sopaipillas chilenas. • Pedirle a algún vecino que te lleve en su lancha a ver la isla del cementerio y el río Valderas. • Vivir la ilusión del ajetreo de los viernes y domingos cuando llegan los barcos con mercancías y todo el pueblo sale a la calle. • Desconectar del mundo. Jugar a las cartas con la chimenea encendida y las vistas al mar. Sin WiFi, sin agobios, con una infusión caliente en las manos y pan recién horneado cubierto de mermelada casera. Si cuentas con tiempo en tu travesía por Chile, asegúrate de visitar Puerto Edén y disfrutar de su entorno imponente y sereno. De vez en cuando, este lugar sorprende con días soleados y arcoíris que quedan grabados en la memoria. No olvides: presta atención, respeta, aprende y sobre todo, guarda el secreto. Recuerda que los peruanos no necesitan visa para entrar a Chile por turismo hasta 90 días, pero es muy importante tener una asistencia y seguro de viaje que cubra emergencias médicas y evacuación, ya que en zonas remotas como Puerto Edén los servicios son limitados. Relato de Eva Abal, de Una idea, un viaje.

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Qúe ver en Patagonia Chilena y Argentina: 7 joyas

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Los rincones aislados tienen esa aura desolada, esa soledad profunda que, de manera romántica, nos atrae. Son parajes donde la naturaleza salvaje se revela en todo su esplendor y, como seres humanos, solo podemos sentir nuestra pequeñez y reconocer que estamos a merced de los elementos; en esos sitios, no poseemos el control total de lo que sucede. La Patagonia, dividida entre Argentina y Chile, es uno de estos lugares. Al sur del continente sudamericano, una región que durante siglos fue inhóspita para navegantes y aventureros. En ese entorno majestuoso, se alzan algunos de los monumentos naturales más asombrosos del planeta. Así que alista tu mochila, no olvides la cámara ni el seguro de viaje y asistencia internacional y prepárate para la aventura. Aquí te presentamos algunos destinos imprescindibles que te cautivarán por completo. Viajar seguro por Patagonia desde Perú Como podrás notar, esta área de Sudamérica ofrece una gran variedad de experiencias que querrás aprovechar al máximo. Por tal motivo, es crucial contar con un seguro de viaje y asistencia para Chile / Argentina que esté preparado para lo que se avecina. Un traspié en Torres del Paine, un golpe en el Perito Moreno, una intoxicación alimentaria o cualquier enfermedad imprevista podría resultar en facturas elevadas en clínicas de dudosa calidad. Además, asegúrate de que tu seguro incluya deportes de aventura, ya que las actividades al aire libre son muy populares en la Patagonia. El IATI Básico es el mejor seguro para este destino y, además de darte acceso gratuito a los mejores especialistas, estará también contigo en casos de robo, problemas con tu equipaje, incidentes con transportes o repatriación. Además, su cobertura incluida de Deportes de Aventura te asegura estar en las mejores manos también si te sucediera algo durante algún trekking. No olvides revisar que el seguro cubra emergencias médicas y repatriación, ya que la asistencia médica en Chile y Argentina puede ser costosa. Es importante mencionar que la cobertura de repatriación está garantizada al 100% del costo, asegurando que estés completamente protegido en caso de cualquier eventualidad. No te la juegues y hazte ahora con tu seguro: Torres del Paine (Chile) Estas tres imponentes torres de granito, que se elevan aproximadamente a 2600 metros sobre el nivel del mar, causan un asombro incomparable. Se puede llegar a la base en excursiones de un día partiendo de Puerto Natales o como parte de las rutas de senderismo conocidas como W y O que atraviesan todo el parque. Si las condiciones climáticas son favorables, el espectáculo más impresionante ocurre al amanecer, cuando los primeros rayos del sol tiñen las agujas de las torres de un resplandor rojo intenso. Circuito W y Circuito O (Chile) El Parque Nacional Torres del Paine ofrece mucho más que las conocidas torres en sí. Para explorarlo a profundidad, es necesario cargar la mochila y aventurarse por sus senderos, donde podrás descubrir una variedad de glaciares, paisajes impresionantes y montañas casi solitarias. Existen múltiples trayectos. La ruta W, de gran popularidad, se recorre aproximadamente en cuatro días, iniciando en el Glaciar Grey y llegando hasta las Torres, pasando por el Valle del Francés y rodeando los Cuernos. Si deseas más aventura, está la ruta O, que ofrece un recorrido completo en un circuito circular alrededor del macizo de Torres del Paine, durando entre 7 y 10 días. Carretera Austral (Chile) Si tienes suficiente tiempo, podrías considerar la opción de conducir o incluso pedalear hasta la Patagonia chilena, en vez de optar por volar. Si te decides por este camino, ¡bacán!: te embarcarás en uno de los recorridos panorámicos más espectaculares del mundo. Son más de 1000 kilómetros de paisajes diversos que puedes combinar con actividades de aventura como el trekking, visitar glaciares, y muchas otras opciones emocionantes. Glaciar Perito Moreno (Argentina) Estar frente a una colosal muralla de hielo que se extiende por 5 kilómetros y se eleva 60 metros es una de las experiencias más pajas de la Patagonia Argentina. Este glaciar avanza a un ritmo de hasta 2 metros diarios, ofreciendo un espectáculo natural fascinante al provocar el desprendimiento de gigantescos icebergs. Puedes explorar la zona de manera segura desde su red de miradores o acercarte en barco para sentirte minúsculo ante la imponente pared helada. Fitz Roy (Argentina) Elevándose hasta los 3405 metros, este magnífico pico es una de las vistas más imponentes que ofrece la Patagonia Argentina. Junto con otras cumbres de la cordillera del macizo, que forma parte del Parque Nacional de los Glaciares, se distingue por sus formas puntiagudas, ganándose el apodo de dientes de tiburón. Para visitarlos, primero debes llegar al pueblo de Chaltén, desde donde parten numerosas rutas de trekking con el objetivo de maravillarse ante el majestuoso e incomparable Fitz Roy. Ushuaia y Tierra de Fuego (Argentina) Cuando se habla de los lugareños del fin del Mundo, es probable que se refiera a aquellos que habitan en este apartado rincón del planeta, en Ushuaia, la capital de Tierra de Fuego. Esta es la ciudad más meridional del mundo, donde su singularidad se combina con la posibilidad de realizar excursiones en barco por las cercanías y la bahía. Además, si el clima y el presupuesto lo permiten, se puede abordar uno de los barcos que parten hacia uno de los destinos más ocultos y desconocidos de la Tierra: La Antártida. Región de los Lagos: Puerto Varas (Chile) y Bariloche (Argentina) La Región de los Lagos se extiende entre Chile y Argentina en el sector norte de la Patagonia, y ofrece tanto que explorar que lo mejor es tomarse el tiempo necesario para descubrir sus múltiples paisajes y lagos. En el lado chileno, Puerto Varas actúa como la ciudad principal. Desde allí, bajo la imponente presencia de los 2652 metros del volcán Osorno, se puede visitar el Parque Nacional Puyehue o incluso aventurarse hacia el famoso archipiélago de Chiloé. Posteriormente, se puede cruzar la cordillera de los Andes para llegar a la argentina Bariloche, conocida por sus deportes de invierno y destacada por el majestuoso lago Nahuel Huapi. Como puedes ver, la Patagonia por sí sola ofrece un viaje bien chévere. No intentes abarcar más de lo necesario; aprovecha al máximo tu estadía explorando sus diversas facetas y alucina con la imponente belleza de su entorno natural. Texto y fotos 1 y 2 por Ignacio Izquierdo de Crónicas de una cámara

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