El turismo regenerativo se está convirtiendo en una de las grandes tendencias de viaje en 2025, pero muchos lo confunden con el turismo sostenible. Aunque ambos comparten la intención de reducir el impacto negativo del turismo, no son lo mismo. En este artículo te explicamos qué es el turismo regenerativo, en qué se diferencia del turismo sostenible, sus beneficios, cómo aplicarlo en destinos como Perú y cómo empezar a viajar dejando una huella realmente positiva.
¿Qué es el turismo regenerativo?
El turismo regenerativo es una forma de viajar que no solo busca evitar el daño ambiental o cultural, sino mejorar activamente los destinos que visitas. A diferencia del turismo tradicional, este enfoque propone que los viajes sean una herramienta para restaurar ecosistemas, revitalizar comunidades locales y fortalecer la cultura local.
No se trata solo de “no contaminar” o “no dejar huella”, sino de crear un impacto positivo real. Por ejemplo, participar en actividades que apoyen a emprendedores locales, proyectos de reforestación, turismo rural comunitario o conservación activa de espacios naturales.
Este 2025 está ganando protagonismo este tipo de turismo, porque cada vez más personas buscan que sus viajes tengan un sentido más profundo. Ya no se trata solo de conocer nuevos lugares, sino de formar parte de una transformación positiva. El turismo regenerativo invita a viajar con propósito, con empatía y con la voluntad de contribuir al bienestar del entorno y de quienes lo habitan.
¿Cuáles son los pilares del turismo regenerativo?
El turismo regenerativo se sostiene sobre una base muy clara: no basta con minimizar el impacto del turismo, hay que devolverle algo positivo al lugar que nos recibe. Para lograrlo, este tipo de turismo se apoya en varios pilares fundamentales que lo diferencian del enfoque tradicional o incluso del turismo sostenible.
Regeneración del entorno natural
El primer pilar es el cuidado activo del medio ambiente. No solo se trata de no contaminar, sino de restaurar ecosistemas, participar en proyectos de reforestación, conservación de la biodiversidad o recuperación de zonas afectadas por el turismo masivo.
Participación y empoderamiento local
El turismo regenerativo pone a las comunidades en el centro. Esto significa valorar el conocimiento local, fomentar empleos justos y que las personas del lugar puedan participar activamente en la toma de decisiones sobre cómo se hace turismo en su territorio.
Educación y transformación del viajero
No es solo el destino lo que cambia, también lo hace el viajero. Este enfoque promueve que el turista aprenda, reflexione y transforme su forma de ver el mundo, generando una conexión más profunda con el entorno y su gente.
Relaciones a largo plazo
En lugar de visitas rápidas y superficiales, el turismo regenerativo apuesta por vínculos duraderos entre viajeros, comunidades y naturaleza. La idea es construir relaciones que generen un impacto positivo a largo plazo, no solo durante el viaje.

¿Qué objetivo busca el turismo regenerativo?
El objetivo principal del turismo regenerativo es que los viajes no solo no dañen los destinos, sino que los ayuden a mejorar. Este tipo de turismo quiere que cada experiencia deje una huella positiva: en el medio ambiente, en la cultura local y en la vida de las personas que habitan esos lugares.
Es decir, busca sanar lo que ya ha sido afectado por la actividad turística, la sobreexplotación o la falta de planificación. Es una forma de viajar con impacto consciente, pensando en el presente y en el futuro del lugar que visitas. Además, este enfoque tiene otro objetivo importante: crear conexiones reales entre el viajero y el destino. No se trata de solo pasar y tomar fotos, sino de involucrarse, aprender, respetar y aportar valor.
¿Qué es el turismo sostenible?
El turismo sostenible es una forma de viajar que busca reducir al mínimo el impacto negativo del turismo en el medio ambiente, la cultura local y las comunidades. En otras palabras, se trata de disfrutar de los destinos cuidando los recursos naturales y respetando a las personas que viven en ellos.
Este tipo de turismo promueve un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental. No solo piensa en el beneficio del turista, sino también en el bienestar de la población local y en la conservación del entorno para las futuras generaciones.
Cuando eliges prácticas sostenibles al viajar (como alojarte en emprendimientos locales, no dejar basura, consumir productos de la zona o moverte de forma responsable) estás contribuyendo a que el turismo no se vuelva una carga para el destino, sino una oportunidad.
El turismo sostenible no busca transformar profundamente un lugar, como el turismo regenerativo, sino mantenerlo en equilibrio, evitando que se degrade con el paso del tiempo y la llegada masiva de visitantes.
¿Cuáles son los 3 pilares fundamentales del turismo sostenible?
El turismo sostenible se basa en tres pilares fundamentales que trabajan en conjunto para lograr que el impacto del turismo sea equilibrado y positivo. Estos pilares aseguran que los viajes no solo sean agradables para el visitante, sino también respetuosos con el entorno y beneficiosos para las comunidades.
Pilar ambiental
Este pilar busca proteger los recursos naturales del destino. Desde el ahorro de agua y energía en los alojamientos, hasta la conservación de los ecosistemas, pasando por el manejo adecuado de residuos y la reducción de la huella de carbono del turista. Es decir, viajar sin dañar el entorno.
Pilar sociocultural
Aquí el enfoque está en respetar la identidad, cultura y tradiciones locales. El turismo sostenible promueve el contacto auténtico entre el visitante y la comunidad, evitando prácticas que exploten o trivialicen las costumbres de la zona. También impulsa la participación activa de los habitantes en la actividad turística.
Pilar económico
El objetivo de este pilar es que el turismo genere beneficios económicos reales para la población local. Se trata de apoyar emprendimientos locales, generar empleos dignos y evitar que las ganancias se queden solo en grandes cadenas internacionales. Así, el turismo se convierte en una herramienta de desarrollo.
¿Qué propone el turismo sostenible?
El turismo sostenible propone una manera de viajar más consciente y responsable, en la que se priorice el cuidado del medio ambiente, el respeto por la cultura local y el beneficio real para las comunidades que reciben a los turistas.
Su propuesta principal es clara: disfrutar del viaje sin comprometer los recursos del destino, de forma que otros viajeros también puedan vivir esa experiencia. No se trata de dejar de viajar, sino de hacerlo mejor.
Entre sus acciones más comunes están:
- Elegir alojamientos que aplican prácticas ecológicas.
- Apoyar negocios locales en lugar de grandes cadenas.
- Participar en actividades culturales con respeto y sin alterar las costumbres.
- Reducir el uso de plásticos y la generación de basura durante el viaje.
- Preferir medios de transporte menos contaminantes, como la bici o caminar.

¿Son lo mismo el turismo sostenible y el turismo regenerativo?
Aunque a primera vista puedan parecer iguales, el turismo sostenible y el turismo regenerativo no son lo mismo. Ambos nacen de la misma preocupación: proteger el planeta y promover un turismo más consciente. Sin embargo, sus enfoques y objetivos tienen diferencias clave.
El turismo sostenible busca que el impacto del turismo sea el menor posible. Propone mantener un equilibrio entre lo ambiental, lo social y lo económico, sin agotar los recursos del destino. Es como dejar todo tal y como lo encontraste, cuidando que tu visita no cause daño.
Por otro lado, el turismo regenerativo va un paso más allá. No se conforma con no dañar: quiere mejorar activamente el lugar que visitas. Su enfoque es restaurador. Por ejemplo, si un ecosistema ha sido afectado por el turismo masivo, el turismo regenerativo buscará formas de regenerarlo, apoyando a la comunidad local y recuperando su valor natural y cultural.
Ambos tipos de turismo son necesarios, especialmente en un mundo donde cada vez viajamos más. Pero si lo que buscas es dejar una huella realmente positiva, el turismo regenerativo puede ser el siguiente paso en tu forma de viajar.
¿Cuál es la diferencia entre turismo sostenible y turismo regenerativo?
La principal diferencia entre el turismo sostenible y el turismo regenerativo está en la intención del impacto que cada uno genera.
El turismo sostenible se enfoca en conservar y mantener el estado actual del destino. Su meta es evitar que el turismo dañe el entorno natural, la cultura local o la economía del lugar. Es una forma de viajar que busca equilibrio: ni dejar una huella negativa, ni alterar lo que ya existe.
En cambio, el turismo regenerativo va más allá del equilibrio. Su enfoque es restaurar, sanar y mejorar. No solo cuida, también repara. Por ejemplo, impulsa actividades que regeneren suelos, reforesten áreas dañadas o fortalezcan proyectos comunitarios que ya han sido afectados por un turismo mal gestionado.
En resumen:
| Característica | Turismo Sostenible | Turismo Regenerativo |
|---|
| Objetivo | Minimizar el impacto | Generar un impacto positivo y restaurador |
| Acción | Conservar y proteger | Restaurar y mejorar |
| Relación con el destino | Cuidarlo para que no se degrade | Colaborar activamente en su regeneración |
| Enfoque | Equilibrio | Transformación |
Ambos son necesarios, pero el turismo regenerativo propone una evolución, un paso adelante en la forma en que nos relacionamos con los lugares que visitamos.
Beneficios del turismo regenerativo y turismo sostenible
Viajar no tiene por qué ser sinónimo de impactos negativos. Tanto el turismo sostenible como el turismo regenerativo proponen formas de conocer el mundo sin destruirlo… e incluso ayudándolo a sanar. Aquí te explicamos los principales beneficios, desde el medio ambiente hasta las personas.
Beneficios ambientales del turismo regenerativo y sostenible
Uno de los aportes más visibles de estos modelos turísticos es su impacto positivo en el entorno natural. El turismo sostenible se centra en preservar los ecosistemas, reducir la contaminación y usar los recursos naturales de forma responsable.
En cambio, el turismo regenerativo da un paso más: no solo cuida, sino que busca reparar daños previos. Esto puede incluir la reforestación de áreas afectadas, la protección activa de especies en peligro o la recuperación de zonas contaminadas. También promueve una agricultura regenerativa o el uso de energías limpias.
Ambos enfoques ayudan a combatir el cambio climático, reducir la huella ecológica de los viajes y conservar espacios naturales que son clave para el equilibrio del planeta.
¿Qué gana la economía local con el turismo regenerativo y sostenible?
Cuando el turismo se gestiona de forma consciente, la economía local sale ganando. En lugar de que los ingresos se queden solo en grandes cadenas o empresas extranjeras, el dinero se distribuye en pequeños negocios, artesanos, guías, hospedajes rurales y productores locales.
El turismo regenerativo va más allá de lo económico: busca empoderar a las comunidades, involucrándolas en decisiones, respetando su cultura y fomentando el emprendimiento sostenible. Esto genera empleo digno, reduce la dependencia de actividades extractivas y fortalece la economía desde abajo.
Al final, viajar de forma responsable es una inversión en las personas que te reciben, y eso crea un turismo más justo, humano y duradero.
Experiencias auténticas: uno de los grandes beneficios del turismo responsable
Una de las mejores recompensas de practicar turismo regenerativo o sostenible es la experiencia auténtica que se vive como viajero. Al elegir este tipo de turismo, te alejas de lo superficial y te acercas a lo real: visitas comunidades, conoces historias, aprendes de la cultura viva y te conectas con el entorno de forma genuina.
No estás solo “consumiendo” un destino. Estás formando parte de él, aprendiendo y, muchas veces, ayudando a preservarlo. Esto hace que el viaje tenga un valor mucho más profundo, que deja recuerdos que van más allá de una simple foto.
En lugar de seguir las rutas típicas y llenas de turistas, el turismo responsable te invita a descubrir el verdadero corazón del lugar que visitas. Y eso, sin duda, es uno de sus mayores beneficios.

¿Cómo hacer turismo regenerativo y sostenido en Perú?
Perú es un país perfecto para aplicar el turismo regenerativo y sostenible. Su enorme riqueza natural y cultural lo convierte en uno de los destinos más atractivos de Sudamérica, pero también en uno de los más sensibles frente al turismo mal gestionado. Desde las montañas andinas hasta la Amazonía y las comunidades rurales, hay muchas oportunidades para viajar dejando una huella positiva.
La buena noticia es que no hace falta ser un experto para empezar. Solo necesitas informarte, elegir con conciencia y seguir algunas buenas prácticas. A continuación, te compartimos cómo puedes aplicar estos principios en tu próximo viaje a Perú, con ejemplos concretos y consejos prácticos.
Proyectos de turismo regenerativo en Perú que puedes apoyar
Perú cuenta con diversas iniciativas que trabajan directamente con comunidades locales y ecosistemas que han sido afectados por el turismo masivo, la deforestación o el abandono económico. Apoyar estos proyectos es una excelente forma de practicar el turismo regenerativo con impacto real.
Algunos ejemplos:
- La Ruta de las Cataratas en Amazonas, donde comunidades locales gestionan actividades como caminatas guiadas, visitas a cascadas y hospedaje rural, mientras reforestan zonas afectadas.
- Proyectos en la Reserva Comunal Amarakaeri (Madre de Dios), donde los viajeros pueden participar en actividades educativas sobre conservación de la Amazonía y apoyar la economía indígena.
- Centros de reforestación en Cusco y el Valle Sagrado, donde se combinan caminatas ecológicas con trabajo directo en proyectos de restauración del bosque andino.
Apoyar estos proyectos no solo te ofrece una experiencia única, sino que tu visita se convierte en una inversión para la comunidad y la naturaleza.
Destinos en Perú donde aplicar el turismo regenerativo
Hay muchos destinos en Perú donde puedes vivir un viaje regenerativo, más allá de los circuitos turísticos clásicos como Machu Picchu o Lima. Aquí te dejamos algunos lugares que están apostando por este enfoque:
Valle Sagrado de los Incas (Cusco)
Más allá de Machu Picchu, el Valle Sagrado está lleno de comunidades que han empezado a gestionar su propio turismo con enfoque regenerativo. Puedes quedarte en hospedajes rurales, participar en la siembra de cultivos tradicionales como la quinua o papa nativa, colaborar en proyectos de conservación de terrazas andinas y aprender directamente de los agricultores locales.
Comunidades como Amaru, Huilloc y Chinchero ofrecen experiencias donde el viajero no solo observa, sino que se involucra.
Oxapampa y la Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha (Pasco)
Esta zona, declarada Reserva de Biósfera por la UNESCO, está llena de iniciativas que combinan la conservación de la selva y el respeto por las culturas indígenas y coloniales. Hay ecoalbergues, proyectos de reforestación y actividades comunitarias en las que puedes participar.
Además, aquí la producción de café orgánico y miel sostenible es una forma de preservar el bosque, y muchas comunidades ofrecen visitas que apoyan directamente a los productores locales.
Tambopata y Madre de Dios
La Amazonía peruana no solo es hermosa, también es frágil. En Tambopata, varios albergues trabajan bajo principios de sostenibilidad y regeneración: usan energía solar, manejan residuos orgánicos y reforestan zonas degradadas con el apoyo de los viajeros.
Algunos incluso ofrecen la posibilidad de involucrarte en el monitoreo de fauna silvestre, cuidado de árboles o en proyectos de educación ambiental con comunidades nativas.
Máncora, Los Órganos y playas del norte
El norte peruano no solo tiene olas y sol, también tiene retos ambientales importantes, como la contaminación por turismo masivo. En esta región han surgido hostales y centros de turismo que promueven el reciclaje, el consumo local y la educación ambiental entre los visitantes.
Puedes unirte a actividades de limpieza de playas, visitar viveros de tortugas marinas en El Ñuro, o alojarte en ecoalbergues que trabajan con comunidades de pescadores artesanales.
Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas (Lima – Junín)
Este lugar poco conocido es uno de los paisajes altoandinos más hermosos del país. Aquí, comunidades como Laraos o Huancaya están empezando a apostar por el turismo comunitario y regenerativo, con circuitos de caminatas, agroexperiencias, recuperación de andenes y uso de tecnologías tradicionales.
Visitar este lugar con respeto y participación activa es una forma directa de apoyar la economía local y la conservación de un entorno que aún no ha sido masificado.
Ayacucho (turismo cultural regenerativo)
Ayacucho, además de su historia, tiene una fuerte identidad artesanal. Aquí puedes participar en talleres con artesanos textiles, ceramistas o talladores en madera que preservan técnicas ancestrales.
Varios programas de turismo cultural permiten que los viajeros se involucren en procesos de recuperación de técnicas perdidas y apoyen a los maestros locales, muchos de ellos afectados por la migración o la pérdida de mercado ante la producción industrial.

¿Cómo elegir operadores turísticos sostenibles en Perú?
Otra forma de apoyar el turismo regenerativo y sostenible es eligiendo muy bien con quién viajas. Aunque no lo parezca, el operador turístico que contratas puede marcar una gran diferencia en el impacto que generas durante tu viaje por Perú.
No todos los tours que parecen “ecológicos” lo son. Muchos usan palabras como “comunidad”, “natural” o “responsable” solo para atraer viajeros, pero detrás no hay prácticas reales de sostenibilidad. Por eso, aquí te dejamos algunas claves para identificar operadores que sí están comprometidos con un turismo más justo, consciente y regenerativo:
1. Revisa si trabajan con comunidades locales
Un operador verdaderamente sostenible incluye a las comunidades en sus actividades, no solo como “escenario turístico” sino como protagonistas. Fíjate si:
- Contratan guías locales.
- Usan hospedajes o restaurantes de la zona.
- Apoyan emprendimientos comunitarios.
- Respetan las tradiciones y formas de vida del lugar.
Preguntar esto antes de contratar un tour es totalmente válido. Incluso, muchas veces es la comunidad quien organiza el tour directamente. ¡Apóyalos!
2. Consulta sus prácticas ambientales
Un operador comprometido con el turismo regenerativo o sostenible debe poder explicarte cómo cuida el medio ambiente. Algunas señales positivas:
- Manejo de residuos: evitan el uso de plásticos, promueven el reciclaje o compostaje.
- Transporte responsable: priorizan el uso de movilidad compartida o bajas emisiones.
- Respeto a la biodiversidad: no ofrecen actividades que alteren el entorno o molesten a la fauna.
- Educación ambiental: promueven el conocimiento del ecosistema local durante sus tours.
Si un operador no tiene ni idea de esto… es mejor buscar otro.
3. Verifica transparencia y compromiso
La sostenibilidad también se refleja en cómo hacen negocio. Fíjate si:
- Publican claramente qué incluye el tour y adónde va el dinero.
- Tienen certificaciones, alianzas o trabajan con ONGs u organizaciones ambientales.
- Participan en redes de turismo comunitario, como Turismo Rural Comunitario del MINCETUR u otras iniciativas locales.
No es obligatorio tener un sello verde, pero sí es clave mostrar acciones reales, no solo marketing.
4. Lee opiniones reales de otros viajeros
Las reseñas en Google, redes sociales, blogs especializados en viajes responsables o plataformas como TourCert, Travolution o Biosphere, te pueden dar una buena idea del compromiso real del operador.
Fíjate especialmente en si otros viajeros mencionan el trato a la comunidad, el respeto por el entorno y la calidad de la experiencia.
¿Cómo viajar dejando una huella positiva?
Viajar no solo se trata de conocer nuevos lugares, tomarse fotos bonitas y tachar destinos en un mapa. Hoy más que nunca, muchas personas están buscando que sus viajes tengan un propósito más profundo. Y una excelente manera de hacerlo es dejando una huella positiva en cada destino que visitas.
Si quieres viajar de forma más responsable, lo primero es informarte y tomar decisiones conscientes desde la planificación. Puedes empezar por elegir alojamientos sostenibles, operadores turísticos que trabajen con comunidades locales, y preferir experiencias que respeten la cultura y el medio ambiente del lugar. Aunque parezca poco, cada elección suma.
Una manera muy práctica y motivadora de poner esto en acción es participando en los Retos IATI Travel Shakers. Esta iniciativa de IATI invita a viajeros de todo el mundo a cumplir pequeños (y no tan pequeños) retos durante sus viajes, con el objetivo de generar un impacto positivo real. Algunos de estos retos van desde rechazar plásticos de un solo uso, apoyar un emprendimiento local, hasta compartir aprendizajes que inspiren a otros a viajar mejor.
Estos retos son perfectos si estás dando tus primeros pasos en el turismo responsable, porque te dan ideas concretas, fáciles de aplicar y con mucho sentido. Además, al completarlos te unes a una comunidad de viajeros que quieren cambiar el mundo viajando con conciencia, respeto y empatía.